Guión y dirección: Alejandro Ramírez Collado
Producción ejecutiva:  Pamela Torres Maldonado
Fotografía: Ernesto Méndez
Sonido directo: Eduardo Arturo Hernández
Postproductor: Antonio R. de Nicolás
Diseño Sonoro: Alejandro Ramírez Collado
Mezcla 5.1: Sala Pierrot Films/ Eligio San Juan

Compañía Productora: Pierrot Films

Actualmente son muchos los problemas de índole social, política, económica, moral y existencial en los que nos hayamos sumergidos, pero casi ninguno tan representativo y complejo como el fenómeno de la migración. La sociedad se hunde cada vez más en su egocentrismo y en la búsqueda del confort, alejándose de cualquier atisbo de autocrítica. Preferimos existir bajo la ignorancia y la ilusión de bienestar.

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El sistema en el que nos desenvolvemos y que rige nuestras vidas, lejos de ser perfecto, se pudre cada día más en sus defectos. Nací y crecí en Celaya, Gto., una pequeña ciudad industrial en acelerado crecimiento, en donde el tren tiene un papel importante en el tránsito y envío de mercancías, a tal grado que se ha fundido con la vida diaria del lugar. 

 

Durante 19 años aprendí a evitar que me molestara su estruendoso sonido que se repetía a lo largo de todo el día y la noche, a soportar las largas esperas del otro lado de la calle cuando avanzaba lentamente impidiéndonos el paso; era en estos momentos cuando se les veía con más atención, a aquellas personas colgadas del tren con su piel oscura y mochilas a sus espaldas: no encontraba grandes diferencias entre ellos y la gran mayoría de la gente mexicana, pero a estos los llamaban “indocumentados” y tenían que viajar encima de aquella máquina de acero. La gran parte de los habitantes los veían con total indiferencia.

 

Acostumbrados a considerarles parte de lo cotidiano, nadie les dirigía la palabra, ni se les acercaba, tan solo los veíamos con recelo desde la seguridad de nuestros vehículos y de vez en vez se escuchaba a alguien decir “esos son centroamericanos”.

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A partir de estas reflexiones y experiencias es que he llegado a saber sobre el refugio para migrantes “La 72”, ubicado en Tenosique, Tabasco, y sobre las tareas humanitarias de Fray Tomás Gonzáles, su líder y figura más representativa, que para mí encarna el opuesto, la resistencia a todos estos males que nos invaden. En Fray Tomás, también fundador del albergue, encontré a un hombre inteligente, sensible, entregado a su fe y a su labor humanitaria y activista. Vi en él un gran símbolo de rebeldía y de entrega.

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Muchos reportajes y documentales se han realizado sobre el tema de la migración en México. Siendo su principal propósito la denuncia y sin menospreciar su importancia social, descuidan las cuestiones artísticas creando material con valor más informativo que cinematográfico. En los casos menos afortunados se vuelven panfletarios y se quedan en la superficie, no logrando tocar la fibra más profunda: el ser humano.

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Detrás de nuestro proyecto existe la intención de lograr que todos estos elementos converjan en un solo punto, partiendo de nuestra sensibilidad artística como principal estandarte.