En 2009, en León, Guanajuato, se organizó una quema de los libros oficiales de Biología de la SEP. Mientras se deshojaban los libros, la presidenta del Cofavi, Beatriz Rodríguez se quejaba de que estos inculcaban a sus hijos el uso del condón cuando debía inculcárseles “que no hagan nada hasta el matrimonio”. Para el 2010, Guanajuato registró un 17.6 % del total de nacimientos registrados de madres menores de veinte años, según la INEGI.

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Aún puedo recordar un poco de quien era yo a los quince años. La YO atrapada entre la pérdida de la infancia y la ausencia de madurez, jamás habría hecho caso a la recomendación de mi madre ante guardar mi virginidad hasta el matrimonio. A mi padre no le tocaba hablarme de esos temas. Todos en la preparatoria sabíamos que la mayoría de las personas estaban teniendo relaciones sexuales, pero nunca podías decir exactamente quien porque era un secreto. Es por eso que no podías confiarlo ni consultarlo con quienes considerabas tus amigos, ya que siendo mujer te enfrentabas a ser considerada una “zorra” y eso era la muerte social.

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Esa etapa está llena de soledad, una soledad que las mujeres adolescentes están forzadas a cargar ya sea en la abstinencia, la sexualidad responsable, irresponsable, el embarazo, o incluso, el deseo de terminar un embarazo.

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PINKY PROMISE nace de esta sensación de soledad adolescente, su título hace referencia a la promesa infantil de guardar un secreto entre chicas. Una promesa que por nada del mundo se puede romper.